Y por mas que mires no lo encuentras……en ningún logo o decoración que se preste a tal. Pero si en muchos de sus platos.
Se ubica en la zona de Polanco y que llega a México de la mano de una serie de inversores mexicanos y el Grupo Tragaluz de España. El espacio totalmente diáfano, amplio y luminoso hace que la experiencia de comer en el Bar Tomate sea muy agradable. Es un ambiente donde cada detalle está cuidado al máximo y donde la carta ofrece una selección de platos representativos de la cocina española/mediterránea, salpicada de sabores frescos, auténticos y que tiene el producto como protagonista.
Su carta te la presentan en la mesa y el camarero te la va explicando muy amablemente. Para probar esta vez me pedí como de costumbre un carpaccio unas croquetas y una ensalada de atún.
todo riquísimo y añorando mi tierra. Continué con un rodaballo a la brasa que no decepcionó en absoluto.
Destacan los arroces secos hechos al horno, las cocas del horno de leña, el chicharrón de pulpo, las alcachofas al carbón, las patatas Buthán o la pechuga de pollo de corral acompañada de pimientos de piquillo. El restaurante está presidido por una gran barra fría, donde los cocineros preparan a la vista de los comensales platos como el tartar de atún con guacamole, ensaladas frescas como la tomates, alcaparrones y alcachofas, los ceviches o el tartar de tomate.
Estando en Semana Santa como no tomar torrijas!!!……pero estas si me decepcionaron….secas y empalagosas. Demasiada miel.
Tu que vas a pedir?